Mientras no sepamos lo que perdemos espiritualmente, seguiremos tratando de ganar materialmente.

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Sobre el autor

Julio Ozán Lavoisier nació en 1940 en Mendoza Argentina.

Perteneciente a una familia culta y tradicional, recibió desde niño una educación esmerada.

Pasó por las Universidades de Derecho en Córdoba, Argentina, después por las de Filosofía en La Universidad de Cuyo, en Mendoza y de Aix-en-Provence en Francia, pero nunca conforme con las estructuras de los estudios académicos, hizo su propia búsqueda en una vida muy rica en experiencias y estudiando los autores de acuerdo a las mismas y a sus inquietudes personales, siguiendo así su propia dinámica.

Navegó durante 12 años a bordo de un viejo velero de madera; esto le permitió conocer culturas diversas y remotas, lo que siempre ha sido su pasión.

En San Francisco (EE. UU.), formó parte del movimiento contracultural de los años sesenta. Luego se mudó a Sierra Nevada (España), al cortijo Ken (La quietud), «el más alto de España», donde vivió durante 15 años dedicado a la reflexión, la contemplación y el estudio. Los últimos veinte años ha residido en rancho Kuan, «La contemplación», en una casa de piedra y madera que construyó él mismo, ya cubierta de flores escondida en un bosque que él ha plantado, al pie de la cordillera de los Andes, en Mendoza, Argentina.

Esta vida retirada se ha complementado con estancias prolongadas en la India, lo que le ha permitido conocer las diversas expresiones de esa civilización, como se evidencia en su trabajo.

Ozán Lavoisier ha comentado en su extensa obra los autores más destacados de Occidente y Oriente.

De sus conferencias cabe destacar las dadas en el Seminario y Festival de la India, sala Borges, Galerías Pacífico, Buenos Aires, 2009; en el India International Centre, Delhi, 2014 y 2015; y sobre Dharma-Dhamma, en Nalanda University, Bihar, India, 2018.

Ozan Lavoisier es un expositor de lo que ha denominado Idealismo Universal representado en Occidente por el platonismo y en Oriente por el hinduismo y el budismo; De ahí su interés en establecer una relación entre estas doctrinas, que él examina a la luz de su propia filosofía. Siendo filósofo místico, no ve oposición entre religión y filosofía, sino que encuentra en ellos el mismo origen y un destino común.

Su filosofía encuentra su inspiración en la experiencia espiritual, que se logra a través del equilibrio psíquico y la integración armoniosa de todas las facultades. La originalidad de su pensamiento se manifiesta en su visión particular de la psique, desarrollada en su psicología trascendental, en la que explica su misión trascendente y expone los mecanismos que gobiernan la mente. Sin embargo, su psicología trascendental es solo un aspecto práctico dentro del amplio espectro de su filosofía que encuentra un fundamento metafísico, expresado en su teoría del conocimiento, su ética, su estética y su filosofía de la historia, que constituye un notable sistema filosófico coherente y estructurado. Su filosofía es esencialmente vital; Su propósito es generar las condiciones espirituales para experimentar la esencia de la vida. Su objetivo final es la felicidad, que es consecuencia de la experiencia de libertad.

Su admiración por la civilización india le ha llevado recientemente a realizar una extensa película documental (24 capítulos) llamada La Tradición Hindú.

El editor de la obra de Ozan Lavoisier en Delhi, Har Anand Publishers, y el embajador argentino en la India (Instituto Cervantes, diciembre de 2015), presentaron al autor como «El primer filósofo latinoamericano publicado en la India«.

Conceptos

Conciencia universal. El concepto de Conciencia universal es la idea clave en el sistema filosófico de Julio Ozán Lavoisier. «Desde el punto de vista psico-filosófico, podemos decir que existe una Conciencia universal de la cual el hombre forma parte y de la cual puede participar, de modo que al igual que su psique puede conocer la multiplicidad, puede conocer la Unidad, que es El núcleo de esa Conciencia.»  (Origen y Destino del Hombre, 2008) «Desde el punto de vista cosmológico, la Conciencia universal es el comienzo, el medio y el objetivo de la existencia, es la vida misma de todas las cosas, es el proceso incesante al final del cual el ciclo de la vida termina y recomienza«. En su obra La Búsqueda de la Conciencia, el autor desarrolla en detalle el concepto de Conciencia universal, así como sus manifestaciones en el mundo.

Idealismo universal. Este concepto designa, dentro del sistema filosófico de Ozan Lavoisier, «los picos más altos del pensamiento: platonismo, neoplatonismo, budismo Mahayana indio, y el Vedanta de Shankara«. «La idea que los inspira es el fruto de un alto nivel de conciencia, que les ha permitido observar la realidad desde estas cumbres«. (El Espíritu en la Historia, 2011). En su obra La Búsqueda de la Conciencia, el autor rastrea el desarrollo del idealismo desde los presocráticos hasta su propia filosofía, cuyo objetivo es resumir e integrar la larga y variada búsqueda de los idealistas tanto de Occidente como de Oriente. Este linaje «no se debe a una herencia cultural, sino que es producto de una experiencia espiritual similar, que permite su reaparición y transmisión«.

Idealismo y Neo Renacimiento en Occidente
En el desarrollo de su sistema Ozán Lavoisier se destaca como «restaurador del Idealismo en Occidente, que había caído en desprestigio y en el olvido durante dos siglos debido al artificioso idealismo de Hegel. Su filosofía conduce a un elevado nivel de consciencia para el que es indispensable la práctica de las virtudes y de las disciplinas humanistas; de ahí su propuesta social de un Neo Renacimiento.

Síntesis de mi propuesta

Toda mi vida ha sido una búsqueda de las Fuentes; toda mi obra es una expresión de este Origen, del Primer Principio, que es el tema básico y principal de la filosofía, como ya lo había advertido Aristóteles.

El ser humano participa de esa búsqueda, si bien la mayoría lo hace inconscientemente. Es tarea de los filósofos hacerla consciente con el objeto de remontar el espíritu hasta dicho Origen. También los científicos han hecho indudables adelantos en este sentido, pero como no pueden trascender el mundo material están muy limitados y muy lejos de hallar el Principio de todo lo existente, pues éste es inmaterial; es de naturaleza espiritual y trascendente.

Tengo la absoluta convicción de haber dado con el Primer Principio, de él se deriva toda mi filosofía. No es posible explicar en pocas palabras qué es este Principio; en diversos tratados he procurado hacerlo. Por lo demás, de poca utilidad son los conceptos que lo definen, pues se trata de una experiencia vital, de una vivencia. Por ello la mayor parte de mi obra está dirigida a producir dicha experiencia mostrando las vías de acceso, los caminos que conducen a ella, así como los obstáculos más usuales que impiden el ascenso del espíritu hacia esa realidad básica.

Para ello he creído necesario seguir la trayectoria del pensamiento idealista tanto de Occidente, como de Oriente; me refiero en particular al platonismo y neoplatonismo, así como al budismo mahayana y el vedanta con el objeto de comparar estas doctrinas y explicarlas desde una perspectiva o visión unificadora. En mi filosofía convergen estas tradiciones, precisamente porque he hallado el Origen que las genera y sus manifestaciones. No se trata de un sincretismo, sino de una misma experiencia del principio que las subyace y las explica. (Civilizaciones Paralelas)

Dicha convergencia es el resultado de una larga búsqueda, no sólo de mi parte, sino del espíritu humano en su desarrollo milenario por encontrar el principio de la vida y darle un sentido a nuestra existencia. (Origen y Destino del Hombre; La Evolución del Espíritu)

Esta convergencia y síntesis está fundamentada por una teoría del conocimiento que implica una visión particular de la mente y una psicología trascendental, así como un método unitivo, idóneo para los asuntos del espíritu (Psicosofía, Investigaciones Psico-filosóficas de la Naturaleza Humana); por una filosofía de la historia (El Espíritu en la Historia); por una ética tendente a demostrar el origen común y así la hermandad de todos los seres vivientes (Las Raíces de la Moral); por una estética con el propósito de hacernos ver la belleza del Mundo en su unidad primordial (Las raíces del Arte) y una metafísica que incluye una visión religiosa (La Búsqueda de la Conciencia); todo lo cual constituye un sistema filosófico que engloba mi pensamiento y las tradiciones antedichas. En realidad todo es abarcado por una Conciencia universal, origen sustento y destino de todos los seres, de cuyo conocimiento e integración armónica de las facultades humanas se deriva la libertad del espíritu y consecuentemente la felicidad intrínseca, es decir, verdadera, real.

Julio Ozán fue distinguido por la Cámara de Senadores de Mendoza con La Distinción Sanmartiniana 2022

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