Nada queda de uno, excepto las verdades.
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El director y guionista de este film, el Sr, Julio Ozán Lavoisier, que ha escrito ya siete tratados de filosofía, y es el primer filósofo latinoamericano publicado en India (Har-Anand Publishers, Delhi), ha dedicado la mitad de su ya larga vida a la cultura de la India, y la otra mitad a la cultura occidental. Es de la comparación de la trayectoria histórica de estas dos civilizaciones que Ozan Lavoisier ha visto la necesidad de incorporar las bases morales y espirituales en general de La Tradición Hindú en Occidente, que, invadido por una corriente materialista, ha perdido los fundamentos indispensables para el desarrollo de una civilización. En dos libros sobre Filosofía de la Historia ha procurado demostrar la necesidad de esta incorporación, pero considerando que los medios audiovisuales son actualmente más accesibles a un amplio público, se decidió a hacer esta larga serie que, como una suerte de enciclopedia abreviada, explica los diferentes aspectos de La Tradición Hindú, su visión del mundo, su modo de vivir, su arte y artesanía, sus creencias y costumbres, etc. Es, pues, su principal interés expandir la cultura hindú, que tiene como paradigmática, en Occidente.
Esta película reúne material adquirido durante 14 años en los lugares más diversos y distantes de la India. Siendo una civilización tan antigua como compleja ha sido por lo general vista superficialmente y mal comprendida. La película pretende aclarar los más frecuentes malentendidos y mostrar las expresiones más distintivas de la cultura hindú. Creemos que el momento es oportuno pues siendo India, como se ha dicho acertadamente, la reserva espiritual del planeta, posee el antídoto preciso para el materialismo que ha invadido las mentes y sociedades modernas. Esta invasión interna y externa otorga una perspectiva desde la cual la realidad espiritual se muestra tan lejana y difusa que se tiende progresivamente a prescindir de ella. El valor, precisamente, de la tradición hindú, ha sido el de mantener siempre en un primer plano la realidad espiritual. Esta película pretende, mostrando desde diferentes ángulos y con suficientes explicaciones restablecer esta perspectiva espiritual sin la cual todo proyecto civilizatorio está destinado al fracaso. No se trata aquí de predicar una creencia sino demostrar dicha manera de ver y sentir que se ha mostrado eficaz en la India durante más de 4000 años; un ejemplo sin paralelo en la historia de las civilizaciones.
La presente edición contiene 24 capítulos de la serie de 30 minutos aprox. c/u para ser exhibidos en TV; hay también una versión de 4 largometrajes de 2 horas cada uno para cine.
Se han entrevistado notables maestros espirituales de la India, profesores, intelectuales y conocedores de esa cultura, así como sadhus (renunciantes) con experiencia espiritual.
Dr. en Literatura inglesa; Escritor prolífico y conferencista; Director del Instituto Nacional de Estudios de Kautilya. Bangalore.
Presidente de Parmath Niketan Ashram. Rishikesh.
Profesor de estética. Coordinador honorario y Jefe de la División. Centro Nacional de las Artes Indira Gandhi. Benares.
Presidente de la Academia védica. Badrinath; Hyderabad.
Escritor y conferencista. Coordinador Editorial. Diario de Asuntos internacionales. Nueva Delhi.
Hija del Raja de Kochaman.
Filósofo, escritor.
Bailarina profesional. Trisshur, Kerala.
La película no está dirigida sólo a los occidentales pues los hindúes también han sido invadidos por el materialismo, particularmente en las grandes ciudades donde los templos han quedado escondidos por las oficinas y edificios comerciales. Por ello se han evitado las ciudades y se ha dado preferencia a las zonas rurales donde el Dharma, la tradición hindú, se ha mantenido. Por la misma razón se han evitado las miserias tantas veces expuesta. No es nuestra intención esconder los aspectos negativos para presentar una sociedad idealizada, sino mostrar lo que India tiene de ejemplar y pueda ser provechoso para todos.
Creemos que esta película puede ayudar a Occidente a reencontrar su espíritu que se haya, precisamente, en sus raíces indoeuropeas, y a los hindúes a recordar su pasado ilustre, contribuyendo así a una convergencia de las dos culturas en sus aspectos positivos.
Considerando la evolución del hombre, es esta la lección que debemos aprender de los hindúes: a pesar de nuestra tecnología, la inmensa mayoría no ha cambiado su mente y está todavía en el estadio de supervivencia dominada por sus temores y sus deseos.
La aspiración hindú es superar ese estadio animal, liberarnos de dichos temores y deseos con el propósito de transformarnos en seres más completos, gobernados por la sabiduría y viviendo más felices.
(Julio Ozán Lavoisier)